Practicando Quidditch

Casi estaba acabando mi recorrido, pero oí unos pasos y miré hacia allí. Una sonrisa cómplice se posó en mis labios, sabía que mi hermana venía hacia allí con la intención de competir en algo conmigo. -Por supuesto que no, ani.- Me dirigí hacia ella y aterricé completamente en el suelo. Saqué mi varita para hacer aparecer la Snitch. La mantuve firmemente en mi mano. -¿A la cuenta de tres?-

Le miré entrecerrando los ojos. *Sabes que juego algo sucio, hermanita. ¿Así que querías divertirte? Entonces te ayudaré a reír.* Pensaba mientras continuaba con la vista fija en la Snitch y mi sonrisa pasaba a ser de cómplice a medio vengativa. Me acerqué bien a mi hermana sin variar la velocidad, y estiré un brazo hacia sus costillas. Ese punto debil que solo yo conocía, nadie más podía llegar a tocarla. Para mi suerte ella se distrajo al vérsela venir, e intentó deshacerse de las cosquillas alejándose de mí.
Yo me reí con una carcajada, aún tenía otro truco debajo de la manga. Mi Saeta podía ir más rápido que lo que estaba llendo, por lo que aceleré y llegué a tocar la Snitch aunque se me escapó. Me detuve en el aire al notar que la pelota cambiaba totalmente de dirección y di la vuelta para volver a emprender el rumbo hacia ésta.

Volví a entrecerrar los ojos desafiándole -Sabes que eso solo fue un aperitivo.- Me dirigí hacia ella ahora a toda velocidad, directamente hacia ella, como si fuera a chocarle. Habrán sido tres segundos, y su cabello revoloteó en el aire al pasar con mi escoba por sobre ella. Y luego divisé la snitch más arriba, llegando a ir casi verticalmente. No voltearía a ver donde se había quedado mi geme, esta vez estaba segura de que la atraparía, sí. Ahí estaba la Snitch segura en mi mano, mientras descendía y a la vez bajaba de la escoba aún en movimiento. -Como debía ser, digna del puesto de buscadora. Tu vas más para cazadora Ani.. ¿Dónde te metiste?- Terminé preguntando en un susurro. No la veía por ningún lado.

Sentí que mi hermana rozaba mi cabello para dirigirse hacia arriba, mientras la parte trasera de su escoba tacaba bruscamente la mia, haciendola perder completamente el control. No sabía como pero a los dos segundos sentía como caía hía el suelo intente agarrar mi varita pero el miedo me paralizo y lo unico que logre fue que se callera al instante que la agarré.
A los pocos metros del suelo cerré los ojos, y sentí la caida. Fue un golpe duro, seco. Podía sentir como absolutamente todos mis huesos se fracturaban. Desde arriba apenas pude escuchar un susurro vicotorioso de Nahir. Había capturado la snitch. La caída habia sido absolutamente grave, pero no perdía el conocimiento. Sólo había perdido el juego, y la rabia me invadio al darme cuenta de aquello.

-¿Geme?- Comencé a gritar. Esperaba que llegara por detrás mío y me asustara, y que eso hubiera sido toda su desaparición. Recurrí a nuestro "don" de gemelas. Mis ojos se pusieron en blanco, y lo siguiente que ví fue césped, y un dolor se posaba en cada uno de mis huesos... ¿O era que no sentía ninguno de éstos?.. Luego volví a estar al lado de mi escoba, me subí a ella y dí una vuelta a toda velocidad por el campo de juego a una altura mínima. A los segundos la encontré y temí tocarle algo y provocarle más dolor. Me arrodillé a su lado. -Discúlpame.- Susurré cerca de ella al sacar mi varita. -¡Desmaius!- Grité. Así al menos no sentiría dolor mientras la llevaba hacia la enfermería. Hice un accio sobre su varita y su escoba que me siguieron en el camino. -Te recuperarás.- *De lo contrario me veré obligada a tomar una fea decisión. Mi vida no es nada sin tí.*

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